lunes, 7 de noviembre de 2011

EL CORAZÓN HELADO, DE ALMUDENA GRANDES

                La mayor virtud es también el mayor defecto de este libro: su extensión. Es su mayor virtud porque Almudena Grandes consigue que el lector (al menos este lector, claro) siga con interés el largo recorrido histórico que nos plantea. Es su mayor defecto porque en ese largo recorrido histórico el lector (al menos este lector, claro) tiene una sensación muy rara: a pesar de lo bien escrita que está, a pesar de la capacidad de Grandes para mantener la tensión, sobran páginas. La historia de El corazón helado ganaría muchos enteros aligerando de alguna manera sus páginas. Es como si Almudena Grandes se hubiera planteado desde el principio que El corazón helado debía tener esa cantidad de páginas, y eso se nota. Se nota en la lentitud con la que transcurren ciertas escenas, en la a veces exasperante forma de hablar de ciertos personajes, en el excesivamente dilatado final. ¿Quiere decir eso que no me ha gustado? No, la novela me ha gustado, y mucho. ¿Quiere decir entonces que está mal escrita? Ni mucho menos. La novela está maravillosamente bien escrita, y la autora se aprovecha de su buen, excelente, pulso narrativo como arma para saber que es capaz de estirar el tiempo. Pero Grandes no es Tolstoi, ni Victor Hugo, ni su admirado Galdós.

           



              Almudena Grandes nos habla en esta novela de cosas muy importantes, de cosas muy actuales: la necesidad que tiene este país de ajustar cuentas con su memoria histórica, de hacer justicia con tantas personas a las que nos les hemos dado ni las gracias, de equilibrar una balanza que está desequilibrada desde hace demasiados años. Habla también de generaciones: de nuestros abuelos que vieron sus vidas marcadas por una guerra y, muchos de ellos, como mi abuelo, por una derrota que no merecían; de nuestros padres, que vivieron una dictadura y unos años grises, de silencios y miedo; de nosotros, sus nietos, que intentamos recuperar esas voces y hacer algo de justicia, contar lo que fueron, lo que se jugaron, lo que perdieron y lo que nunca nadie les ha reconocido. Por todo eso, gracias Almudena Grandes por escribir esta novela.

5 comentarios:

  1. A mí me está gustando mucho, he leído unas cien páginas y me tiene atrapada. Seguiremos hablando. Gracias, Marco.

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  2. A mí me encantó, lo tengo en mi librería y siempre lo recomiendo. Me enganchó tanto que, aunque es gordo el condenado, me lo leí en una semana. Para devorar....de lo mejor que he leído últimamente.

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  3. Me gustó mucho también cuando la leí.

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  4. Si el libro es muy bueno, pero al terminar de leerlo tengo la sensación de que está innecesariamente engordado. Sigo pensando que esta novela ganaría en intensidad reduciendo páginas. Pero la novela es buena, eso no lo pongo en duda, y el tema que trata, qué os puedo contar si ya me conoceis...

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  5. Jolín...yo ya lo leí, pero no me acuerdo de nada. Si no te acuerdas es porque no te ha gustado ¿no? A lo mejor lo tengo que volver a leer.

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